Mejor la víspera que el día.

Damas y caballeros, esa es la cruda verdad.
Estoy últimos años desde que armamos el árbol , decoramos la casa y todas esas cosas navideñas hasta el 24, el espíritu navideño por las nubes, todos “alegres”, nadie se queja ni nada, especiales en la tele, películas, carros de viejos pascuero y todo lo rico de la fecha, pero llega el 26 de noviembre y no se que es lo que pasa que se va todo a la cresta, todo el enojo que tratan de guardar en la fecha lo sueltan como una bomba atómica de 200000 megatones.
Se que mis viejos son controladores, mi hermana esta caga’ de la cabeza y quiere que todo sea a su manera y mi hermanito chico tiene la alegría de un anciano de 80 que vive en un asilo solo, pero a veces (cuando digo a veces en verdad quiero decir siempre) me gustaría que seamos como esas familias perfectas de comerciales.
Se que no soy una maravilla, no soy un genio, no me porto bien que digamos, tampoco ayudo mucho en la casa, pero tengo los dos dedos de frente que le faltan a otros personajes de mi familia para saber cuando y cuando no pelear.
No crean que no los quiero, los amo de verdad, pero cuantas veces quisiera desaparecer así como si nada.


Felices fiestas.