16 de mayo de 2013

Funeral


Venceslao se encuentra frente a su espejo, se pone lentamente su camisa y luego sus pantalones bien planchados, sus zapatos están lustrados y su terno es adornado por un pañuelo rojo, no sonríe, solo se mira al espejo, Matilde, su mujer, murió mientras dormía, al menos se fue en paz piensa él.

Es un día soleado, no hay nubes en el cielo y un leve viento sopla por los alrededores, un lindo día de primavera para una ocasión tan triste. Venceslao se encuentra en el cementerio, ve como llegan sus hijos acompañados de sus nietos, cuando estos llegan los abraza, les besa la mejilla y luego se agacha a saludar a los más pequeños. Si bien los ama, se siente incómodo frente a ellos y asimismo ellos con él, nunca han compartido mucho y los recuerdos que ellos tienen respecto a su abuela son vagos.

Comienza la ceremonia y ve como llega la gente, es una ceremonia pequeña donde familia y amigos cercanos asisten. Venceslao se siente fuera de lugar, se siente ajeno, quiere estar con su mujer, quiere estar con ella para siempre.

Llega el cura y comienza el sermón, Venceslao no presta atención, solo mira el ataúd donde su amada, su compañera de toda la vida descansa, la gente a su alrededor comienza a llorar, el los mira con celos, desea llorar pero no puede, un peso gigante en su pecho se lo impide.

Sus hijos comienzan a hablar, cada uno dice un discurso más emotivo que el anterior, amaban tanto a su madre como Venceslao a su mujer, aun así este sigue inmóvil.

Una vez que la ceremonia termina y la gente se aleja, Venceslao se acerca al agujero donde ha bajado el ataúd, lo mira y deja caer su pañuelo rojo, por fin llorando, sonríe y susurra “hasta que la muerte nos separe… nos vemos cuando esta nos junte de nuevo.

El Peón no pudo proteger a su reina, ella cayó por un movimiento que no vio venir y no podía hacer nada al respecto, ella estaba condenada hace tres turnos y nunca lo supo, a veces la vida parece cruel, a veces parece injusta, así es la vida. A veces no hay nada más que hacer que asumir… asumir, seguir adelante y sonreír.

nos pidieron una historia acerca del personaje que creamos la semana pasada, escribí del funeral de su mujer.

chaito y buenas noches.

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